En mi casa me enseñaron
Desde que estamos muy pequeños, recibimos consejos y enseñanzas que serán base para nuestra personalidad y formación. En mi casa me enseñaron a no interrumpir a los mayores y a ser corteses con ellos, dándoles preferencia o haciendo algún gesto atento, a decir por favor y gracias, a no tomar lo que no es mío (ni tomar prestado sin pedirle al dueño), a saludar y decir buenos días, tardes o noches, y muchas otras cosas de primer aprendizaje básico. En mi casa también me enseñaron que las cosas cuestan, no siempre monetariamente, muchas veces cuestan el esfuerzo o trabajo de alguien, que tenemos que ganarnos las cosas pues nada se nos da solo porque si, que toda acción tiene una reacción, que si te caes vuelves y te paras a intentarlo cuantas veces sea necesario, que los golpes no son para sentarse a llorar sino para aprender y hacernos de carácter más fuerte, que la vida no es color de rosa pero que tenemos nuestros propios pinceles para hacer una obra de arte. Todo esto lo me