EL VIACRUSIS DE UN TRÁMITE EN UNA ENTIDAD GUBERNAMENTAL
y como en este país resulta que los medios públicos no son tan públicos y se reservan el derecho de qué publicar o no para luego sacar una banderota de que el gobierno está contra ellos y no hay libertad de expresión, mi abuelo que lleva toda una vida escribiendo una columna en un periódico local, le negaron la publicación que podrán leer a continuación.......
Probablemente mi caso no sea un caso que podamos
llamar de "interés público", sin embargo, en cuanto a los
trámites burocráticos del gobierno, sí que es un caso único.
Acabo de cumplir los noventa años, casi un siglo, edad
a la que nunca pensé llegar, pero he llegado con bastante buena salud y,
con el cerebro claro, gracias a la benevolencia del Señor y, de ese tiempo,
tengo casi un cuarto de siglo, de estar llevando un trámite con el Banco
Hipotecario Nacional, que aún no llega a término. Sí, así es, veintitrés años
para ser exactos.
He escuchado de burocracia, de la ineptitud
gubernamental, de la desidia, de trámites que duran meses y años, cuando pueden
resolverse de una manera simple y diáfana para las partes involucradas, he
escuchado de trámites en los cuales, para poder avanzar, tienes que pasarle
"una tajada" a algún funcionario, desde el pequeño, al grande, como
digo, he escuchado, y yo mismo trabajé en el gobierno y fui funcionario por
muchos años, por tanto conozco cómo se cuecen las habas, pero jamás había
escuchado de algún trámite que durara lo que ha durado el mío: veintitrés
largos años.
Les cuento un poco, quizá alguno pueda darme luces de
qué hacer en este caso.
En el año 1994, el Banco Hipotecario Nacional le
concedió a mi esposa un préstamo por valor de cincuenta mil
balboas (50,000.00) para hacer mejoras a nuestra casa (sí, una suma bastante
ridícula, tomando en consideración las cifras de las que hablamos hoy en día),
el contrato, que en sí no es un contrato típico de Préstamo Hipotecario, sino
un contrato de construcción, fue elaborado por el Banco Hipotecario Nacional y
firmado el 25 de enero de 1994. El contrato establecía que las mejoras
debían ser terminadas en cuatro meses; la Orden de Proceder se entregó el
10 de mayo de 1994, pero indica que la obra debía ser iniciada a partir del 3
de enero de 1994, lo cual equivale a indicar que la obra debía ser finalizada
el 3 de mayo, es decir, una semana antes de recibirse la Orden de Proceder, y
mucho tiempo antes de conseguir el permiso de construcción datada el 1 de julio
de 1994. O sea, alguien entiende el entuerto?
Con todas estas anomalías, en el Banco
Hipotecario Nacional me dijeron que al finalizar la obra, podría solicitar
una prórroga, cosa muy común en tales contratos, la cual solicité el 5 de
enero de 1995, y fue justificada el 17 de febrero de 1995; sin
embargo, hasta el presente no ha habido respuesta por parte del Banco Hipotecario Nacional a
la misma. A medida que la obra avanzaba, el banco iba haciendo
los desembolsos del préstamo hasta cuarenta y cinco mil balboas,
nunca desembolsó los cinco mil (5,000.00) restantes, sin embargo, los cincuenta
mil en su totalidad fueron pagados al Banco Hipotecario
Nacional, incluso antes del plazo establecido para ello.
Ahora yo pregunto, como es posible que una entidad estatal le
adeude a una persona cinco mil balboas que no le pertenecen al estado, cuando
en este país se ha robado millones de dólares, a lo largo de todas las
administraciones que se han sucedido en estos veintitrés años. Será que también
"debo pasar por caja" y pagar un porcentaje de lo que, por justicia,
me pertenece?.
No puede ser que en nuestro país, un trámite gubernamental,
de cualquier gobierno, que se debe a su gente, al pueblo, pueda demorar
veintitrés años, excepto por un nivel altísimo de incompetencia y desidia.
Ahora, juzgue usted amable lector, que me ha seguido hasta el
final, si me asiste la razón, o no.
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