“dar al prójimo” en el mundo actual
Decía el
Dalai Lama: Nuestro principal propósito en esta vida es ayudar a otros, y si no
puedes ayudarles, al menos no les hagas daño.
La caridad
es en el Islam, uno de los pilares de su práctica religiosa; y para quienes
hayan crecido en hogares cristianos, bastante oímos en nuestras casas, escuelas
o iglesias que debemos dar a limosna a los pobres o necesitados.
Sin
embargo, muchos años han pasado y aún vemos como se incrementa el desbalance
entre naciones en pobreza extrema y países extremadamente ricos, potencias
económicas mundiales. Es una terrible dualidad mundial que se vive entre organizaciones
que luchan por conseguir donaciones para ayudar a quienes menos tienen, y en el
otro lado, ricos viviendo con extravagancias y ostentaciones que rayan en lo
inverosímil. Vivimos momentos donde vemos con gran pesar, que inclusive los
niveles de pobreza extrema aumentan en ciertas latitudes del globo, o padecen
situaciones críticas como enfermedades que los llevan a lentas muertes; y al
mismo tiempo vemos por otro lado ricos que muestran sus extravagantes viajes o sus
“juguetes de lujo”, y que con esa misma suma de dinero pudiesen menguar la
terrible pobreza en la que viven naciones en donde niños abren sus ojos cada mañana
sin tener ni un grano de comida o una gota de agua por varios días seguidos.
OJO, no
critico que quien bien trabajado o sudado tiene su dinero, tenga sus libertades,
viajes, caprichos o gustos; pero una cosa es darse gustos y otra cosa es llevar
una vida donde el día a día es el despilfarro absurdo de dinero.
Ahora bien,
si caemos en el mundo de las suposiciones, pudiésemos crear miles de historias
y escenarios imaginaros sobre por qué la mayoría de las personas no son
entusiastas sacando dinero de sus bolsillos para darlo a otro.
Pero
acercándonos nuevamente al título del artículo, y nos alejamos un poco de la
semántica exacta de dar limosna, veremos que podemos abrimos a otras expresiones
y significados de “dar a otros”. Podemos entonces entender que dar a otras
personas que tienen menos de aquello que nosotros poseemos, es entonces un acto
más sencillo y de mayor gratitud de lo que pueden pensar o imaginar muchas
personas.
Si eres una
persona que está llena de alegría y actitud positiva, entonces comparte eso!
Esas sonrisas y esa actitud compártelas con aquellos que sufren, que sienten
tristeza o que se sienten menos afortunados. Comparte aquello que tienes, de
seguro esa sonrisa extra puede cambiar una mañana, una tarde o un día en la
vida de otra persona.
Lo mismo
ocurre si eres una persona quien tiene un corazón lleno de amor, el amor es
la fuerza que mueve al mundo. Los Beatles cantaban “all you need is love”,
Buda enseñó que -El amor es la más alta energía que podemos experimentar-, y
Dios dijo “yo soy amor”, la divinidad superior es la mayor energía que
existe: “amor”. Si tienes amor dentro de ti, compártelo con quienes tienen
sentimientos o energías menores o negativas.
Si tu caso
es que tienes un conocimiento especial en cierta área, comparte tus
conocimientos y sabiduría con otros para que puedan crecer en ese conocimiento
y abrir sus mentes.
Dar limosna
no debe ser algo que se tome al pie de la letra y que se piense siempre en el
tema monetario, hay mucho que dar y compartir, y muchas veces es intangible
aquello que podemos dar y que puede hacer un cambio en la vida de otra persona.
Ahora durante
el mes de octubre, y que estamos en el tema de la concientización del cáncer,
podemos dar y ayudar de muchas maneras. Si tienes un familiar o alguna amistad
que debe realizarse un examen, puedes ofrecerle tu compañía al momento de ir,
si tienes alguien que padece la enfermedad en estos momentos, puedes ofrecerte
a ayudarle en aquello que esa persona necesite (en lo que esa persona necesite, no invadas su espacio aunque sientas
que estás ayudando). Si has pasado por una experiencia relacionada al tema,
puedes compartirla con otros, seguro varios se sentirán identificados. También
puedes ofrecerte como voluntario en actividades que realicen diferentes
organizaciones.
Si en tu
caso, cuentas con tiempo flexible, también puedes donar de tu tiempo para
ayudar a estas organizaciones, que siempre necesitan manos extra.
Si tu caso
es que te afecta demasiado lidiar con fundaciones que apoyan esta enfermedad,
busca en tu comunidad qué otras organizaciones existen y donde puedas ayudar por ejemplo a tus vecinos,
pre-escolares, ancianos, animales, o el que te llame tu atención.
No lo
pienses tanto, y comencemos una cadena de favores, de ayuda, de tolerancia y de
buen trato.
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